El chocolate nos
encanta. Huele de maravilla y está buenísimo.
Pero este
alimento procedente de la semilla del cacao de América del Sur, no solo es capaz
de estimular nuestro paladar, sino que resulta estimulante para nuestra piel, a
la vez que le aporta gran cantidad de minerales (calcio, potasio y magnesio).
Es antioxidante, por lo que previene el envejecimiento de
la piel al tiempo que la hidrata. Como bien sabemos, el chocolate es un producto que
provoca la liberación de endorfinas, la “hormona de la felicidad”, por lo que
muchos no dudan en llamarlo “el sustitutivo del sexo”. Por eso hemos de hablar
de la chocoterapia.
Podemos buscar tratamientos que empleen chocoterapia en
diversos establecimientos y salones de belleza,
pero también podemos practicar la chocoterapia en casa.
¿Cómo podemos beneficiarnos de la chocoterapia?
En primer lugar, si vamos a hacer chocoterapia en casa,
debemos adquirir chocolate en tableta, lo más puro posible (es decir, con un
alto porcentaje de cacao).
Para aplicarlo sobre el cuerpo, el rostro o el cabello,
debemos fundirlo en el microondas (lo troceamos y lo colocamos en un cuenco con
unas gotas de agua y lo calentamos a media potencia).
No es necesario
utilizar una gran cantidad: una sola onza bastará para nuestro rostro, dos para
el cabello y más para el cuerpo.
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